La flecha



La foto es bien hermosa, sacada por arriba hacia abajo y en blanco y negro. Esta persona, que me parece ser una mujer, anda por una plaza de hormigón entre las sombras echadas por dos edificios no vistos que se hacen un valle por el que ella pasa. Y pasa sin aspectos de miedo ni de prisa. Hay tres razones porque creo así: 1) los brazos están a su lado y nada se llevan en ellos, 2) los zapatos parecen ser del estilo de chancla, algo que uno lleva en tiempos casuales y cómodos, y 3) el pelo está echado para atrás y sin adornos. En otras palabras, es una mujer cualquiera… pero una mujer con una desenvoltura, una independencia, y un poder para hacer lo que le dé la gana. No hay otra persona visible… pues, no exactamente…

Al ver esta foto por mucho tiempo, algo se me ocurrió. Esta foto me recuerda de lo que dice la Biblia en el libro de los Salmos 23-4: “Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno; porque tú estarás conmigo.” Es el tema de la sombra en el que quiero resaltar. Desde la perspectiva del espectador, somos nosotros el dios que ve a la mujer andando sola. Pero digamos que ella no pasa totalmente sola entre las sombras umbrías del valle. Está con algo que le corresponde: su propia sombra. Y, desde la perspectiva de su sombra, la mujer sí misma representa el dios al que está refiriendo el Salmo. Ella es toda poderosa y separada de la sombre. Pero, aún son vinculadas. La sombra existe porque la mujer también existe. Sin ella, la sombra dejaría existir. Mirándole a la foto así, se agradecen las varias perspectivas. Hablando de ésta…

Mientras hablando con mi novio sobra esta foto, le preguntaba por qué el fotógrafo hubiera titulado la foto “Arrow / Flecha.” Entre nosotros, ofrecemos varias posibilidades y tonterías – las que no intento relatar aquí – hasta que la pusimos en Photoshop para invertirle las colores. De pronto, nos enteramos la razón por el título: la parte de la imagen iluminada por el sol hace una gran flecha. La punta de ella está en la esquina superior-izquierda de la foto. Me preguntaba, después de mirar a la foto con sus dos colores invertidas por un rato, si la mujer y su sombra le importaran. ¿Que fueran una (linda) casualidad? ¿Una casualidad interesante y llamativa pero afuera de lo que pretendía el fotógrafo en captar la flecha de luz en aquella plaza?




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