Así pasan los días




El Universal publicó la semana pasada un artículo bien llamativo. Se trató de cómo pasaban las vidas de las personas en situación de calle en la Ciudad de México mientras la población en general se quedaba en casa para evitar contagiarse por el coronavirus.

El artículo merece ser leído por dos razones. Primera: se toma el tiempo para enseñarnos una Ciudad paralela que nos llega desde la perspectiva de las vidas de los que viven en la calle. Los periodistas les dan la palabra a los propios sintechos sí mismos para que nos hablen directamente y desde su propio punto de vista. Segunda: para recordarnos nosotros lectores del esfuerzo respetable que se les realiza a las personas más vulnerables por parte de las autoridades sanitarias.

Lo que me llamó mucho la atención fue la semblanza del ámbito de la Ciudad que los periodistas vieron. Se describe que las calles están desoladas muy en contraste de lo típico, salvo que la presencia de ellos sin lugar donde vivir. Esa gente deambula por las aceras, pasa tiempo sentado en la banquetas, y habla con quienes se aparezcan. La gente en situación de calle sigue con sus vidas diarias mientras tanto la mayoría de los residents de la urbe -- que cuenta con nueve millones de personas -- se queda encerrada en sus domicilios.

Lo que el artículo deja claro es la verdadera tristeza de cómo a los indigentes de la Ciudad se les ha resultado ajena a sus vidas la enfermedad COVID-19. En general, muy poco se sabe ni se entiende de la epidemia entre la comunidad indigente. Dicho esto, los periodistas se encontraron con diversas experiencias en aquella comunidad que depende en qué parte de la ciudad fuera localizada. Las experiencias de ellos que se estuvieron congregando en los grandes puntos de concentración se marcaban con más atención por parte de las agencias sanitarias. En contraste, los indigentes que pasaban por la calle Artículo 123 se marcó tanto por la falta de información como la falta de contactos con los profesionales de salud. Lo que compartían estos groups fue una ignorancia poco creíble sobre la pandemia que se había aterrorizado medio mundo.  Hasta la fecha, a los indigentes se les faltan lo más mínimo en términos de cómo protegerse del virus: no hay jabón ni gel antiséptico, pañuelos ni algo para cubrir la boca. Así pasa la vida de la gente en situación de calle: todas vulnerables.

Empezamos con la segunda razón. Se describen las brigadas de la calle, un equipo de personas de la Sibiso (Secretaría de Inclusión y Bienestar Social de la Ciudad de México) que salen a recorrer los principales puntos de concentración de personas en situación de calle. Se les pregunta a las personas si presenten los síntomas del coronavirus. En el caso de sí, se tomen dos pasos: se les realizaría una primera valoración médica y luego se les ofrecería que acudan a uno de los albergues transitorios que Sibiso mantiene. Esto les permitiría que se tenga un lugar donde vivir de manera temporalmente y también que se ponga en aislamiento para evitar contagios. Una titular de la dependencia dijo que ninguna de las 120 personas que aprovechó de la oferta de quedarse en un albergue habían dado positivo por el coronavirus. Los trabajadores de Sibiso también atiende a alrededor de seis mil personas mayores, cuyos servicios sanitarios se les proporcionaba ya antes de que la crisis actual empezara. A esos residentes de la Ciudad se les llevan a cabo varios servicios relacionados a su estado de salud. Pueden ser algo muy básico como una llamada que se les hace para preguntar cómo están, hasta los servicios más complejos tal como una visita médica o la entrega de medicamentos gratuitos. Estos servicios se hacen por los profesionales sanitarios y con mucho cuidado, dado que muchas de estas seis mil personas se encuentran con una precaria condición de salud que las deja vulnerables al coronavirus.

Me grabé un vídeo en el que redacté el artículo citado en este blogpost:
https://youtu.be/K2hilrh41Do

Construcciones gramaticales, Expresiones y Vocabulario notables encontraron en el artículo citado:

Desambular
Dormir a la intemperie
Desolada/o
Resultarle ajena a su vida
Hasta la fecha
Una persona en situación de calle
Llevarse a cabo
Congregarse
Una brigada de calle
Un punto de concentración
Localizarse
Una valoración médica
Acudir a un albergue transitorio
Llegar a presentar un caso
Hasta el día de hoy
Pernoctar
De un momento a otro
Arrimarle algo
Desde hace un buen rato
"La mona" y "el activo"
La banqueta
Se les pregunta
El desconocimiento
Hasta el momento
La tercera edad
De manera permanente
Darles seguimiento
Se les hace dos llamadas
Realizarles una visita
Se les atiende algo



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