La comunicación
Con relación a este tema, me ha costado mucho trabajo saber por donde empezar. Porque me parece que la comunicación nunca para. Continúa siempre y cuando estemos despiertos. Se arranca al despertar, y “termina” al quedarse dormido. La importancia de la comunicación no me toca de algo que se mida sino, para mi, de algo que se maneja.
Para empezar, que la presencia de otra persona ya no sea un requisito para comunicarte en el siglo actual. Pongamos por caso que los aparatos digitales — los móviles, los ordenadores, los tablets, etc… — viven literalmente a nuestros lados. Se ponen en la cama o en la mesa de noche. Al activar su alarma, se pueden agarrar en cuestión de segundos. Al despertarnos pueden ser activados y luego nos conectan al Internet. Allí, nos esperan una galaxia de comunicación: los mensajes de textos, los WhatsApp, las redes sociales, y mucho más. Es decir, antes de levantarnos de la cama o sin haber hablado con otro ser humano los dispositivos electrónicos nos ponen en comunicación.
Según mi punto de vista, la comunicación ya nos ha ganado la batalla por nuestro periodo de atención. Puede sonar a un cliché pero con esto quiero decir que — a pesar de que sigamos hablando de lo bueno y lo malo de la comunicación — más vale enfocarnos en la manera de comunicarnos con los demás que discutir su importancia en general. En concreto, el tema cada vez más presente en nuestros diálogos como sociedad es el equilibrio entre la vida personal y la vida profesional.
Estar dispuesto a la comunicación con los de tu trabajo representa, pues, un trabajo. Las expectativas que se nos ha impuesto por parte de las organizaciones que estemos listos para contestar a una llamada, un texto, o hasta unirnos a una reunión virtual a cualquier hora del día han sido galopante. Es tan maligno como lo es un robo. Desde que cumplí los 30 años, he estado defendiendo este balance como un perro (robándole el refrán a José López Portillo). En el día de hoy, sigo poniéndole barreras estrictas a mi agenda. Por lo general, mi jornada consiste de 32-35 horas. El día empieza a las 9a y termina a las 4p. A cada día se le añaden descansos. No permito que mis estudiantes programen sus clases afuera de este horario. Pues… raro es que se los permita. Si los permitiera programar sus clases cuando les diera la gana, se comerían 50 horas de la semana. Sin duda ellos quedarían muy satisfecho mientras que yo quedaría totalmente rendido y despistado. Algo que no estoy preparado concederle a nadie.
Por el contrario, no me molesta para nada que mis estudiantes me envíen textos / WhatsApp cuando quieran. Ellos viven por todos lados del mundo así que sería ridículo restringirlos de mandarme mensajes dentro de mi zona horaria. Quiero que se sienten cómodos en comunicarse conmigo sobre sus dudas y preocupaciones que se relacionan con el idioma. No quiero hacer que alguien en Japón o en España se sienta mal por ponerse en contacto conmigo a una hora cómoda para donde están.
Para terminar, pienso que la comunicación ha llegado a ser algo muy distinto en el siglo de hoy. Antes, la comunicación era algo que se medía por cuánto tiempo se le dedicaba a ella. En la actualidad, la comunicación se ha vuelto en algo que se gestiona: cómo podemos separarnos de ella. El balance entre lo profesional y lo personal que yo he logrado crear y proteger me ha servido bien. Dicho esto, cada uno hay que descubrir este balance para sí mismo.
Por un lado, la Con relación a la comunicación
Por esto, debemos empezar con lo propio.
dirigir mensajes a X
alrededor de X años
flipar
pasar a través de X
sacar fotos / subir / ver
el descanso
estar horrorizado
sin parar
estar pegado a X
consumir el tiempo
la capacidad de atención
pensar de manera profunda
programar tu atención / comportamiento
tardar
el móvil tonto
imponerle
un segmento de la sociedad
¿Qué importancia tiene en tu vida diaria la comunicación? ¿Cómo es tu manera de relacionarte con los demás? ¿Cómo se relacionan el lenguaje y la comunicación? ¿Con qué frecuencia diriges mensajes a las personas más cercanas a ti y de qué manera lo haces?
Comentarios
Publicar un comentario